sábado, 13 de diciembre de 2008

Paseando por las Calles de mi Ciudad


Estoy paseando por mi ciudad, esta lloviendo, las gotas de agua caen lentamente sobre mi rostro, camino con paso lento (quiero ver todo aquello que otros no ven), observo a las personas que me rodean por la calle y no veo nada que sea interesante (la navidad no cambia a las personas), sólo veo personas que caminan de un sitio a otro, sólo veo soledad ante un tumulto de personas caminado; de repente me detengo en el centro de todas las personas que están caminado por la calle (quiero gritar, que se pare todo por un segundo, que nadie a mi alrededor se mueva), pero sólo me veo a mi misma, sola sin nada que hacer ni que decir, pues nadie se detiene, el mundo sigue su rumbo y no se detiene ante mi ni ante nada.


Pienso del porque todo sigue igual que al principio (sigue lloviendo, la lluvia sigue su camino sin pararse por nadie, dejando su huella), pero nadie se detiene para mirar por un segundo las nubes que nos están rodeando.


Alzo mi mirada para ver las nubes grises que me están rodeando y mi vista no abarca todo el espacio que quisiera, pues sigue lloviendo, es imposible mantener lo ojos abiertos al mirar hacia las nubes grises.


Bajo mi mirada hacia el suelo, sólo veo ríos de agua que van a desembocar al desagüe del olvido eterno.


Y yo sigo caminando por mi ciudad, esta lloviendo, pero las gotas de agua que bajan de las nubes ya no me mojan, ¿Ahora por que no?.

12 comentarios:

Cathy Pazos dijo...

Mejor que soñarlo es sentirlo, caminar bajo la lluvia es lo más lindo que me puede pasar en la vida, lo disfruto al máximo.

Besitos mojados.

;D

Unknown dijo...

Ya sabes, Andrea, que la lluvia es pasajera, y que el cielo siempre retoma su color azul.

La Navidad sí cambia a la gente, yo al menos así lo creo y así lo vivo. Tal vez es algo demasiado fugaz, en muchos casos incluso demasiado superficial... pero me gusta vivir con ilusión estas fechas, y estoy convencido de que el espíritu de la Navidad existe, se contagia y se puede mantener durante más tiempo.

Hoy no llueve en mi ciudad, pero sí en mi corazón... no sé, tengo un día triste... pero el sol saldrá.

Besos, amiga.

Dara dijo...

Igual es una lluvia diferente. Igual huele a nieve, o a cuentos.



Miau

Pugliesino dijo...

No es un día más,tú has hecho que no lo sea. Tú con tus palabras le diste vida a ese día que ya se marchaba vacío.
La ciudad parece inerte,pero tras cada ventana existen sueños que se asoman a cada día.
No dejes de hacer cada día uno especial.
Un abrazo!

Meryone dijo...

nunca para de llover

pero la lluvia desde la ventana es maravillosa. sobre todo en las ciudades de piedra

un beso

paprika dijo...

Una ciudad, lluvia, gente, Navidad y lo más importante: TU.

Las nubes escampan y sale el sol.

El sol que calienta nuestros corazones y nuestras almas

un besito

Conchi dijo...

Mirar al cielo, observar las nubes... mirar al suelo, tener los pies en la tierra... seguir soñando...
Me ha gustado tu relato. Hay que pararse, sí hay que detenerse de vez en cuando y mirar alrededor, arriba y abajo.
Un abrazo.
Conchi

Natacha dijo...

Andrea, es un bonito, triste y real relato de soledades... todos seguimos nuestro camino.... Lo mágico es pararse y contemplar lo que hay alrededor y dentro de nosotros... se hallan cosas de mil colores, tan bonitas que nunca más dejas de mirar..
Un bonito texto, cielo.
Un beso
Natacha.

Fuga dijo...

Es muy poético pasear bajo la lluvia pero si me ves a mi el otro día, con la nevada que cayó, el paraguas, la cámara, el bolso, la mochila de la cámara.....uffffff, te juro que hubiera necesitado otras dos manos, no pude apreciar la belleza porque el frío me congelaba las manos y el agua nieve azotada por el viento ponía en peligro mi integridad física sobre el puente, por no hablar de que la cámara no puede mojarse, etc...Prefiero verlo tras los cristales ;-)

Suenan muy bien los villancicos.

mariajesusparadela dijo...

Nunca estamos solos. Y menos ahora, que hay internet...

AAN dijo...

A mí también me encanta observar, y mucho mejor sin que se den cuenta de que lo estás haciendo ;).

Besito

Rebeca Gonzalo dijo...

A menudo pienso que la lluvia tiene vida y es capaz de impregnar de su estado de ánimo al resto. Me ha encantado la visión que haces de ella. Precioso. Te leo.

P.D: Quizá te interese el siguiente sitio (www.elcuentacuentos.com)